
En 2015 EEUU reveló el encuentro de dos cazas con un “objeto desconocido”. China acaba de presentarlo al mundo
A finales de 2017 el New York Times lanzaba una de esas noticias que se recuerdan por lo que podría significar. Se revelaba un programa secreto del Pentágono que se dedicaba a investigar las amenazas planteadas por posibles OVNI. Y de entre toda la información, la noticia estrella: el encuentro de un objeto no identificado con dos cazas de combate (con vídeo incluido). Nunca se ha podido confirmar el origen de aquellos extraños en el cielo.
Hasta que China ha anunciado algo.
El eco del “Gimbal”. Como decíamos, aquel vídeo del objeto denominado como“Gimbal”, captado por un F/A-18 de la Marina estadounidense, desató un debate global sobre fenómenos aéreos inexplicables y tecnologías más allá de las capacidades militares conocidas.
Hoy, casi una década después, China, a través de la Zhengzhou University of Aeronautics, ha presentado un calco de lo que vimos en aquellas imágenes, un dron experimental de despegue y aterrizaje vertical (VTOL) cuyo diseño, sorprendentemente, recuerda mucho al de aquel misterioso artefacto: un fuselaje con ala elíptica en forma de anillo cerrado, reforzado por estabilizadores verticales y cuatro rotores situados en los puntos de unión.
Uno de los drones chinos VTOL experimentales en vuelo de prueba en Zhengzhou, provincia de Henan
La revolución china en VTOL. A simple vista parece un huso volador más que un avión o cuadricóptero convencional. Sin embargo, bajo esa forma poco ortodoxa se esconde una ingeniería que combina lo mejor de los sistemas multirrotor y de ala fija: capacidad de maniobra y sustentación vertical para operar desde barcos, terrenos irregulares o incluso superficies acuáticas, y a la vez eficiencia aerodinámica en vuelo horizontal, gracias a un ala cuya pendiente de curva de sustentación supera en más del 100% a la de un ala recta.
Aerodinámica radical. Cuentan los investigadores de Pekín que el ala anular canaliza flujos de alta presión y retrasa la pérdida, lo que permite volar de forma estable a bajas velocidades o altos ángulos de ataque, condiciones clave para misiones militares de reconocimiento en entornos complejos.
El estabilizador horizontal montado en los extremos evita turbulencias internas y mejora el control. Plus: los ensayos en túnel y los vuelos de prueba confirmaron que el aparato mantiene el flujo adherido incluso en condiciones extremas, validando modelos computacionales que auguraban un salto en prestaciones.
Una mirada de cerca al dron VTOL chino
Finalidades. Su robusta estructura modular permite, sobre el papel, integrar sensores ópticos, cámaras térmicas, equipos de rescate o cápsulas de suministro, lo que lo convierte en una plataforma multipropósito tanto para misiones militares (supervisión de campo de batalla, vigilancia marítima) como para aplicaciones civiles (análisis ambiental, rescate en zonas de difícil acceso, transporte ligero de emergencia).
Limitaciones y margen de mejora. El gran desafío sigue siendo el arrastre aerodinámico, inherente a la geometría del ala cerrada. En ese sentido, los investigadores han subrayado que trabajan en refinar el perfil para reducir la resistencia de presión y optimizar la relación sustentación/resistencia.
Plus: buscan perfeccionar los algoritmos de control para minimizar correcciones innecesarias que generan arrastre inducido, y además se estudian «variantes más estilizadas pensadas para operar desde buques de guerra», lo que multiplicaría su valor estratégico en operaciones navales.
De la especulación al campo de batalla. Así, lo que para gran parte del mundo fue una incógnita ufológica hace una década, China lo ha traducido ahora en un sistema tangible, fruto de la convergencia de la investigación académica y, por supuesto, la presión militar por alcanzar la próxima generación de drones.
Si en la Guerra Fría los experimentos más audaces quedaban en el papel, hoy la ingeniería (y china va en los primeros puestos) logra validar en vuelo diseños que hace apenas unos años eran vistos como pura fantasía. La similitud con el “Gimbal” es casual o intencional, pero lo cierto es que el dron inaugura un lenguaje aerodinámico distinto, uno en el que las fronteras entre ciencia ficción y desarrollo militar se difuminan.
Imagen | Handout, Pentágono, Zhengzhou University of Aeronautics
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La noticia
En 2015 EEUU reveló el encuentro de dos cazas con un “objeto desconocido”. China acaba de presentarlo al mundo
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Miguel Jorge
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