
Google Pixel 10 Pro, análisis: la IA marca la diferencia en un móvil que pone el software por encima de la potencia bruta
Un año más, Google ha querido adelantarse a la presentación de los nuevos iPhone, pero a diferencia de lo que ocurrió con los Pixel 9, el lanzamiento de los Pixel 10 tiene sentido. El año pasado se apresuraron, lanzando un móvil con un sistema operativo que no era el último. Con los Pixel 10, Google ha hecho los deberes al estrenarlo con Android 16. Y, en un segmento en el que el software -y la IA- parece el plato principal, la jugada ha salido bien.
Los nuevos Pixel son una declaración de intenciones de cara a la lucha con los iPhone 17, pero como parece que ocurre con cada Pixel, le sigue faltando un empujón para ser el Android perfecto, el que debería ser una referencia. Y, aunque es un móvil que da gusto en el día a día, Google ha dejado que la IA, no el hardware, marque la mayor diferencia con el modelo de 2024.
Y eso es algo que vamos a desgranar en este análisis del Google Pixel 10 Pro.
Índice de Contenidos (12)
Ficha técnica del Pixel 10 Pro
Google Pixel 10 pro
Dimensiones y peso
152,8 x 72 x 8,6 mm
207 gramos
pantalla
OLED de 6,3 pulgadas
Resolución de 2.856 x 1.280 px, 495 PPP
Panel LTPO de 1 a 120 Hz
Brillo pico de 3.300 nits
procesador
Google Tensor G5
memoria
16 GB
almacenamiento
128 / 256 / 512 GB / 1 TB
batería
4.870 mAh
Carga de 30 W
Carga Qi2 de 15 W
cámaras traseras
Principal de 50 Mpx f/1.68
Gran angular de 48 Mpx f/1.7
Telefoto 5x de 48 Mpx f/2.8
Sensor LDAF
cámara frontal
42 Mpx f/2.2
conectividad
Wi-Fi 7
5G
Bluetooth 6
NFC
Ultra-Wideband
GPS, GLONASS, Galileo, GNSS
sistema operativo
Android 16
7 años de actualizaciones
otros
Chip Titan M2
Pantalla Gorilla Glass Victus 2
Certificación IP68
precio
Diseño: conocido que sigue siendo TOP
En muchos sentidos, el Pixel 10 Pro es el Pixel 9 Pro. En algunos aspectos, no es una afirmación alentadora, pero si hablamos del diseño y las sensaciones en mano, es el mejor halago. En el análisis de los modelos del año pasado ya contamos que los nuevos móviles de Google eran extremadamente similares a los iPhone 15 Pro no en diseño (porque el módulo de cámaras se parece como un huevo a una castaña), sino en sensaciones.
Calcado al del año pasado, y eso es genial | Foto: Xataka
El texto no hace justicia al tacto sedoso de un cristal trasero que se siente extremadamente premium y que, al menos en nuestro color, no atrapa las huellas. No hay aristas ni bordes ‘afilados’, ya que el cristal trasero se funde de manera impecable con unos laterales metálicos que son bastante sucios con su acabado cromado. Y lo mismo ocurre en el frontal.
Los laterales cromados son bastante guarretes, pero geniales al tacto | Foto: Xataka
El panel es plano, pero los extremos se curvan ligeramente para dar esa sensación suave en la palma de la mano. Y esas sensaciones son como las de conducir un superdeportivo: tienes una máquina de precisión… para ir a 120 kilómetros por hora en la autovía.
¿Por qué lo digo? Pues porque lo más normal es que terminemos poniendo una funda al móvil, y en este caso las de Google están -de nuevo- a la altura de las de goma de Apple.
Con la funda tengo más tranquilidad por lo que protege el módulo de cámaras | Foto: Xataka
El tacto es muy bueno, protege la pantalla al sobresalir por delante y tiene dos cosas que me gustan. La primera es que, si te obsesionas con los arañazos que pueda llevarse el cristal de las cámaras, la funda lo protege a la vez que disimula el tremendo escalón de ese módulo.
Foto: Xataka
La segunda es que en el interior aterciopelado podemos ver un circulito que marca el punto exacto en el que se colocan los cargadores y accesorios magnéticos. Exactamente igual que ocurre en los iPhone compatibles con MagSafe porque este Pixel también lo es gracias al estándar de carga Qi2. De eso hablaremos más adelante.
Por más que lo pienso, esta semana de uso no he tenido queja alguna del diseño del Pixel. Me gusta su tacto, me gusta la funda, me encanta la posición de los botones, agradezco que no se hayan dejado llevar por el botón de cámara de los iPhone 16 y lo mejor es que tampoco se han dejado arrollar por la dictadura de los teléfonos gigantes.
Es compatible con carga inalámbrica y con imanes tipo MagSafe y con estándar QI2 | Foto: Xataka
No es pequeño, ojo, son 6,3 pulgadas, pero dentro de lo que hay, podemos decir que el Pixel 10 Pro es un “compacto-premium”. Si necesitas más diagonal, está el modelo XL, pero al menos en el Pro “base”, tenemos un tamaño moderadamente contenido que hace que su manejo con una sola mano sea agradable.
Y cuando hablamos de “compacto” no nos referimos a que sea algo como los Asus Zenfone de su día, sino a que, para tener la opción más premium de su familia, no hay que irse al modelo más grande de 6,7 pulgadas -o más-. Es decir, el Pixel 10 Pro es idéntico que el 10 Pro XL excepto en lo obvio, y esto es algo que no ocurre con los Xiaomi 15 -el más premium es el 15 Ultra– o con los Galaxy – el Galaxy S25 Ultra tiene más opciones que el S25+-.
El tacto de la funda es muy premium (se compra aparte) | Foto: Xataka
¿Por lo demás? Lo esperable de un móvil de estas características como certificación IP68, cristales Gorilla Glass Victus 2 delante y detrás y un último detalle: no tenemos auricular invisible, sino en una fina rendija en la parte superior frontal que permite que el sonido estéreo cumpla su función de forma satisfactoria.
Ya digo: en diseño, este teléfono es impecable, como ya lo era su predecesor.
Foto: Xataka
Pantalla: ideal para devorar contenido
Si el Pixel 10 Pro clava el diseño de la generación anterior, con la pantalla ocurre exactamente lo mismo. Tenemos entre manos un panel OLED con una resolución de 2.856 x 1.280 que ofrece 495 píxeles por pulgada. El móvil llega reconfigurado con una resolución menor: 2.410 x 1080 píxeles. La densidad sigue siendo alta y la propia Google nos avisa de que usar la máxima consumirá más batería. Queda a elección de cada uno.
Foto: Xataka
El panel es LTPO con un refresco de 1 a 120 Hz y aquí sólo podemos elegir una cosa: activarlo o clavarlo en 60 Hz. En este caso, los hasta 120 Hz vienen preactivados y te recomiendo dejarlo así porque la experiencia en el sistema es muy superior. Ya que estamos en el apartado de configuración, podemos elegir entre los colores “Naturales” -más desaturados- o los “Adaptativos” -con más pegada de contraste-. Es cuestión de gustos, pero de fábrica viene con la paleta más saturada.
Me parece un gran panel para consumir contenido gracias a un tono que tira a los cálidos y, como una persona que ve mucho anime, considero que la calibración y el toque de Google esta generación, tal y como ocurrió la pasada, es acertado. Para jugar o ver series, me parece un muy buen panel, pero cuando eso queremos hacerlo en exteriores o en una habitación con luz de techo, tendrás que buscar el ángulo correcto.
Cuando Samsung estrenó el panel mate con el Galaxy S24 Ultra, esperaba que otras marcas se lanzaran a ello. Tiene sus contras, pero hace un muy buen trabajo eliminando los reflejos, algo que abunda en una pantalla de cristal convencional. Las huellas en este Pixel, además, se marcan con demasiada facilidad (todo lo contrario a lo que ocurre en la parte trasera), por lo que siempre estarás dando una pasadita con la camiseta si te vas a poner un capítulo de lo que sea.
Y el brillo… tiene su aquel. Por un lado, 2.000 nits de brillo HDR con un pico de 3.000 nits. Este pico lo vas a ver en contenidos muy localizados y en partes concretas de la pantalla. No es que el panel despliegue 3.000 nits a lo loco. Esos 2.000 nits son correctos si la realidad se acerca a la ficha técnica, y en el caso del Pixel, no tengo queja.
Mi problema viene con el ajuste de brillo automático. Considero que el sensor funciona de manera correcta, ya que es muy reactivo, pero si bien en interiores coloca la barra de brillo en un punto muy acertado, cuando necesito que se ponga al máximo en exteriores, siempre queda algo por debajo y tengo que subirlo manualmente. Siempre. Durante toda la semana que llevo con el dispositivo.
Es la única pega -junto a la de las huellas- que tengo para un panel que me parece excelente. En las fotografías que acompañan este análisis se puede ver que en exteriores, cumple de sobra. Y algo que me alegra ver de vuelta es el sensor de huella.
Como la generación anterior, se mantiene el sensor ultrasónico en una parte muy centrada del panel que hace que el acceso sea cómodo. Aparte de la huella, tenemos un desbloqueo que sigue sin ser tan seguro como Face ID de Apple, pero que no se limita a una única foto. También es rápido, pero como sólo se sirve de la cámara frontal, no esperes desbloquear el móvil de noche usando el reconocimiento facial.
El sensor ultrasónico es una pasada | Foto: Xataka
Sonido
Para completar el apartado multimedia, tenemos el sonido. El Pixel 10 Pro se porta bien siempre que no esperemos la máxima calidad al máximo volumen. Considero que el volumen es alto, pero cuando nos pasamos del 90%, distorsiona y no es agradable.
Podemos activar audio espacial para contenidos compatibles tanto en los altavoces como en auriculares por cable -USB-C- o Bluetooth, pero si nos vamos a la ducha y queremos escuchar música, con el volumen alrededor del 80%, la experiencia es más que satisfactoria.
Por software, no podemos tocar mucho más que influya directamente en el audio. Lo que sí tenemos son opciones de accesibilidad como los subtítulos automáticos en todo el sistema (por ejemplo, si ponemos un vídeo de YouTube en inglés, lo traduce en tiempo real al castellano en una ventana flotante) y la mejora de audio que permite aislar las voces en las llamadas.
Foto: Xataka
Lo he probado en entornos ruidosos y lo cierto es que funciona correctamente. Quizá se me escucha con un sonido más metálico, pero no es nada que moleste y ciertamente mejora la experiencia.
Rendimiento: Google, tenemos que hablar del Tensor G5
Hasta este punto del análisis del Pixel 10 Pro, podría haber estado hablando del 9 Pro porque son, apartado por apartado, el mismo terminal. Mismas opciones, mismos materiales, mismo panel. Ahora vamos a hablar de lo que más cambia en este terminal y, a su vez, el apartado que vuelve a hacer que arqueemos una ceja: el procesador.
Google había ido de la mano de Qualcomm con sus Pixel. No montaba el SoC más moderno de la compañía estadounidense, pero con el Pixel 6, la cosa cambió. Esa generación fue un salto por parte de Google en muchas cosas, y una de ellas fue el procesador. De trabajar con Qualcomm, pasaron a desarrollar su propio SoC, al que llamaron Tensor, y eligieron a Samsung para que los fabricara.
Cuando hemos visto las notificaciones, pero no las hemos leído, Android 16 las agrupa para que no ocupen mucho | Foto: Xataka
Cada año pensábamos el “este sí”, y cada año los Tensor estaban muy por detrás tanto de Qualcomm como de MediaTek y, sobre todo, de los Apple A. Eran chips solventes muy pensados para ejecutar tareas de inteligencia artificial y no para arrasar en los test de rendimiento, pero se quedaban cortos para lo esperado en un gama premium. Este año, Google pasó de Samsung y confió su Tensor G5 a TSMC.
Son líderes en la fabricación de semiconductores y la litografía del chip son unos más que solventes 3 nanómetros (como los de los últimos iPhone), pero quizá el problema no es tanto quién fabricaba el chip… sino el diseño de la propia Google. Hace unos días, en el blog de la compañía afirmaban que el Tensor G5 sería un “cambio en las reglas del juego” y, de los cinco puntos, tres tienen que ver con la IA, uno con la mayor eficiencia energética -mérito del nodo de TSMC- y otro hablando de mejoras en porcentajes: 60% más rápido en IA y 34% más rápido en CPU.
Un menú muy sencillo de entender que nos da información y soporte sobre el hardware | Foto: Xataka
Entrando en detalles, la CPU tiene ocho núcleos distribuidos en: uno de alto rendimiento a 3,78 GHz, cinco a 3,05 GHz y dos de eficiencia a 2m25 GHz. El resultado de ese 34% ”más rápido” lo vemos en la siguiente tabla:
Google Pixel 10 Pro
Google Pixel 9 Pro
Samsung Galaxy S25 Ultra
samsung galaxy z fold7
OPPO FInd x8 pro
IPHONE 16 PRO MAX
PROCESADOR
Tensor G5
Tensor G4
Qualcomm Snapdragon 8 Elite
Qualcomm Snapdragon 8 Elite
MediaTek Dimensity 9400
A18 Pro
RAM
16 GB
16 GB
12 GB
16 GB
16 GB
8 GB
GEEKBENCH 6 (SINGLE/MULTI)
2.279/5.364
1.833/3.521
3.851/ 9.451
2.527/8.582
2.685 / 8.398
3.106/7.799
3D MARK Wild Life Unlimited
12.940
9.263
23.731
20.138
22.312
16.809
3D MARK Wild Life Stress Unlimited
12.583/6.023
9.220/5.505
23.965/ 19.531
21.197/8.840
23.330 / 18.964
16.906/8.538
PCMARK WORK
13.935
12.397
25.251
17.507
16.738
–
Foto: Xataka
Sí, son test que no reflejan escenarios reales, pero es lo que nos permite comparar la potencia bruta de los procesadores, y lo que podemos ver es que el Tensor G5 está muy por detrás de los Qualcomm 8 Elite de este año, del Dimensity 9400 y también alejadísimo del A18 de los iPhone 16 Pro. Es algo que ocurre con la CPU, pero también con la GPU.
Foto: Xataka
Hay una mejora respecto al Pixel 9 Pro, pero incluso el Galaxy Z Fold7, con su paupérrima disipación de calor, rinde más en la prueba de estrés que el Pixel 10 Pro.
La memoria tampoco es especialmente rápida, con una escritura secuencial de 631,89 MB/s y una lectura secuencial de 1,04 GB, y aunque jugar no va a ser un problema, porque se ‘traga’ los títulos más exigentes, el calor sigue siéndolo y me pregunto qué ocurrirá cuando se actualice al Android de dentro de cinco, seis o siete años.
Software: Android 16 como uno de los grandes reclamos
El rendimiento del Tensor es la piedra contra la que Google lleva tropezando cinco generaciones, pero algo hay que reconocer: al ser ellos quienes diseñan el chip, pueden optimizar el sistema. Y utilizar el Pixel 10 Pro con Android 16 en el día a día es una auténtica gozada.
Foto: Xataka
Siendo una versión estable, pero muy temprana, me he encontrado un sistema tremendamente sólido. Ni un crasheo, ni un reinicio o un cierre inesperado de una aplicación. Todo ha funcionado como la seda de una manera muy rápida y con cambios de app y animaciones realmente fluidos.
Estéticamente, Android 16 es extremadamente similar a Android 15, pero tenemos mejoras de calidad de vida. Las notificaciones se agrupan de un modo más placentero en la pantalla de bloqueo, hay algunos elementos estéticos nuevos como que la pantalla se encienda a con una animación que depende del punto del panel que toquemos, cambios en la tipografía, transparencias y un menú de acciones rápidas (cuando desplazas de arriba a abajo) más completo.
Foto: Xataka
Por ejemplo, los botones son personalizables, pero además hay muchos que tienen dos modos. El que me parece más útil en mi caso es el de Bluetooth. Por ejemplo, con un toque en el icono de la ‘B’, apago o enciendo el Bluetooth, pero si pulso en el resto de la tarjeta, se abren los dispositivos emparejados y me da la opción de emparejar uno nuevo.
Ocurre también con los modos de descanso o no molestar, y si considero que uno es muy grande, siempre puedo recortar un poco su tamaño. Algo que también me gusta es que por fin Google ha abandonado las barras de nivel que, realmente, no permiten ver bien en qué punto tenemos el volumen o el brillo. En lugar de terminar en un elemento redondeado, ahora hay una barra recta que marca perfectamente el valor.
Foto: Xataka
Son detalles aquí y allá tanto estéticos, con un montón de animaciones, como útiles. Y tenemos un muy completo apartado de ajustes en el que encontramos muchas opciones de seguridad tanto de nuestra cuenta como del dispositivo, accesibilidad, personalización de absolutamente todo y hasta una pantalla para ver la temperatura del terminal, cuándo expira la garantía (tres años) o el estado de la batería.
En definitiva, Android 16 me ha parecido estable, fluido, con un diseño más inteligente y, sobre todo, más funcional. Como experiencia de usuario, la que propone Google -vuelve- a ser fantástica. Un detalle: tiene función de proyectar pantalla gracias a la salida de vídeo del USB-C, pero aún no está activado el modo escritorio a lo Samsung DeX que sí se pudo probar en la beta de Android 16, al menos sin entrar en el modo de desarrollador.
Los subtítulos automáticos transcriben las llamadas, también las traducen si nos hablan en otro idioma. Y lo mismo ocurre con vídeos de YouTube, por ejemplo | Foto: Xataka
Y algo que me veo obligado a comentar: soy usuario de iPhone y cada día me atracan un par de llamadas estafa. Durante la semana con el Pixel, no he recibido ninguna. Ni una sola llamada de SPAM o intento de estafa tanto hecha por operadores como las conocidas ‘robollamadas‘. Ahora tengo otro móvil Android entre manos y he vuelto a recibir, el mismo día que he dejado el Pixel, un par de llamadas de este tipo. No creo que sea una casualidad.
Batería: correcta y poco más
Volviendo al hardware puro y duro, vamos con la batería. Tenemos una de 4.870 mAh que, utilizando el Pixel como mi móvil habitual (lo que implica llamadas, redes sociales, YouTube, YouTube Music en segundo plano muchas horas al día y un uso intensivo de cámara), he tenido las siguientes horas de pantalla en dos mediciones:
Foto: Xataka
Considero que es una duración aceptable, ya que esas más de cuatro horas se traducen en más de un día de autonomía total del teléfono, pero tampoco es nada extremadamente destacable. Con mi uso, teléfonos con baterías de menos de 5.000 mAh suelen durarme eso, pero lo que sí me indica es que el Tensor G5, aparte de no cumplir en potencia, tampoco es el más cuidadoso con la batería.
Foto: Xataka
Simplemente, es correcta. Lo que no me parece tan correcto son las casi dos horas de carga con un cargador PD de más de 30 W. Es una carga muy lineal, pero que como ocurre con Google, Apple y alguna compañía más, apuesta por no sobrecalentar el teléfono durante el proceso a costa de requerir más tiempo de carga.
Estos son los tramos y el porcentaje de carga cada diez minutos:
10 minutos – 15%
20 minutos – 27%
30 minutos – 37%
40 minutos – 47%
50 minutos – 56%
60 minutos – 65%
70 minutos – 74%
80 minutos – 82%
90 minutos – 90%
100 minutos – 95%
110 minutos – 98%
117 minutos – 100%
El Pixel 10 pro cuenta con carga inalámbrica, y aquí sí hay una buena noticia: es compatible con el estándar Qi2, lo que implica compatibilidad, por ejemplo, con accesorios MagSafe de Apple como baterías externas, el propio MagSafe de mesa y otros accesorios. Los imanes no son tan potentes como los de los iPhone, al menos si utilizo los accesorios de Apple, pero si vienes de un iPhone y tenías un cargador de estos en casa o una batería-mochila, que sepas que es compatible.
La potencia de carga, eso sí, baja de los 30 W por cable hasta los 15 W.
Cámaras: ¿Cuánta IA quieres en la cámara? Sí
Vamos a las cámaras, el apartado más divertido del análisis de un Google Pixel y uno de los principales motivos de compra de esta familia. Algo curioso, y lógico, de Google es que apuestan por software por encima de especificaciones técnicas.
Foto: Xataka
En este sentido, tenemos la misma configuración de cámaras que el año anterior:
Gran angular de 48 megapíxeles con un sensor de 1/2,55 pulgadas, píxeles de 1,2 µm y apertura f/1.7. El ángulo de visión es de 123 grados.
Cámara principal de 50 megapíxeles con un sensor de 1/1,31 pulgadas, píxeles de 1,2 µm y apertura f/1.68. El enfoque está apoyado por láser, cuenta con tecnología Dual Pixel y estabilización OIS.
Telefoto de 48 megapíxeles con un tamaño de 1/2,55 pulgadas, píxeles de 1,25 µm, enfoque Dual Pixel, estabilización OIS y el zoom óptico es de 5x con posibilidad de llegar hasta los 100x digitales.
En el frontal, también el mismo sensor de 42 megapíxeles con apertura f/2.2.
Y no me refiero a que la configuración de focales sea la misma: me refiero a que los sensores también lo son. Son las mismas cámaras, en definitiva, pero este año vemos algunas mejoras en procesado gracias a la inteligencia artificial y al «zoom con superresolución» que se activa en ciertos momentos.
Se apoya, como decimos, mucho en el software, en la fotografía computacional, y esto que hace unos años era una bendición, ahora no tanto. Mi compañero Ricardo ya lo detalló el año pasado en su análisis del Pixel 9 Pro, pero básicamente, si con los primeros Píxel era necesario un software agresivo para compensar el uso de sensores más viejos que los de la competencia, con el cambio a sensores mucho mayores y más modernos, esa agresividad no sería tan necesaria.
La app de Fotos nos permite ver de un vistazo qué fotos son RAW o cuáles son las de alta resolución y super res zoom | Foto: Xataka
¿Qué implica esto? Pues que ves una foto tomada con la cámara principal de un Pixel de hace generaciones y con un Pixel 10 Pro y los resultados, en términos generales, son muy similares. Es cuando nos fijamos en el trato de la aberración cromática cuando vemos diferencias, pero también cuando enfocamos de cerca o utilizamos las cámaras en entornos que no son ideales.
Ahí es cuando los nuevos sensores, pese al procesado tan bestia, salen a relucir.
Diferentes ejemplos con la cámara principal | Xataka
En los ejemplos principales dejo varias instantáneas que no podrían ser más diferentes. El resultado es siempre bueno en condiciones tan difíciles como esa noche con farolas en primer plano, el buen trato de las sombras o el desenfoque natural que se produce en la foto del helado gracias al tamaño del sensor. Hablando de software, mi gemelo está ahí gracias a la función “Inclúyeme” añadida el año pasado.
Cuando cae la luz, como digo, es cuando las cámaras más brillan. En la foto a mi gato sólo había una fuente de luz, la tele, y una mucho más tenue que entraba por la ventana. Sin embargo, tiene detalle, colores correctos y es una foto perfectamente usable. La de la pizza tiene una mejor iluminación y se pueden apreciar mejor las texturas.
Los colores, pese a la luz tan cálida del restaurante, son muy correctos.
Cámara principal en interiores con mala y buena luz | Xataka
Es una cámara principal que me encanta porque es muy «sacar y disparar», o «point and shoot», como se decía con las cámaras compactas. Ves algo, sacas rápido el móvil y haces la foto. Sabes que casi siempre será una foto enfocada y atractiva tanto por la corrección de color que realiza como por la ‘magia’ del software de Google.
¿Tienes algún control sobre la misma? Ninguno, pero para el día a día, fotos de críos, animales, algo que te encuentres, el desayuno… es de las mejores cámaras principales que puedes tener en el bolsillo.
Izquierda, principal a 12 Mpx. Derecha, principal a resolución completa | Xataka
Y ese buen procesado lo hace tanto a los 12 megapíxeles que dispara por defecto (y que te recomiendo) y a resolución completa. Son fotos prácticamente calcadas, pero aunque el trato es excelente en ambas, en el modo de resolución completa las altas luces le cuestan algo más, apareciendo elementos más cerca de estar quemados que deberían estar un poquito más controlados.
Foto: Xataka
Pero también podemos disparar en RAW, y ahí es donde vemos realmente la tremenda diferencia entre el archivo bruto que está captando la cámara y el archivo procesado que nos ofrece. Por colores, me gusta más el tono del archivo RAW, pero es cierto que habría que estar toqueteando valores para dejar la foto terminada, mientras que el JPEG es, como decía, un archivo listo compartir.
Es un RAW que tiene buena información, y lo bueno es que podemos disparar simultáneamente el RAW y el JPEG sin que el procesador se resienta si tiramos muchas fotos. Ahí, bien, Tensor G5.
Izquierda, principal en JPEG. Derecha, principal en RAW | Xataka
De noche, el comportamiento de la cámara principal es buenísimo, controlando bien las luces, ofreciendo un tono y colores alineados con la realidad y, como decía hace unos párrafos, dando un gran resultado. Si comparamos con el gran angular, podemos notar esas diferencias entre un sensor enorme y otro que no lo es tanto.
Además, en el caso del gran angular, las altas luces le cuestan muchísimo más, como esos carteles a la derecha de la imagen.
Izquierda, gran angular. Derecha, principal | Xataka
De día, el procesado de ambos está muy alineado, con colores muy similares y que mantienen la coherencia. Si ampliamos, evidentemente, se notan las costuras, con mucho menos detalle y textura.
Izquierda, gran angular y recorte. Derecha, principal y recorte | Xataka
Antes de pasar al teleobjetivo, vamos con el vídeo. Aquí las sensaciones no son tan buenas. Podemos grabar hasta resoluciones 8K30, pero considero que los mejores resultados (tanto en nivel de ruido como de artefactos) se consiguen a 4K30. El problema es que, incluso a esa resolución y en condiciones diurnas con buena iluminación, tenemos ruido en la imagen y un estabilizador muy agresivo.
En estático, tenemos muy buenos resultados, y el enfoque si grabamos un objeto también me gusta. Pulsando sobre un gato, por ejemplo, el sistema de enfoque lo fija para seguirlo, siendo algo que los Pixel implementaron hace un tiempo y que no entiendo por qué otras apps nativas de otros móviles no hacen.
Cuando nos movemos es cuando el ruido y los artefactos hacen acto de presencia. Tenemos tres niveles de estabilización, pero la menos agresiva ya causa estos efectos. Intenta por todos los modos que los movimientos de cámara sean estables, por lo que combina la estabilización óptica con la digital, dando como resultado unos movimientos de cámara ortopédicos:
Los colores son buenos, de noche refleja las fuentes de luz en el cristal protector de las lentes, y si bien en estático los resultados son muy buenos, cuando nos movemos es cuando la cosa cambia. Hay una forma de «arreglarlo». En la esquina superior izquierda, donde accedemos a las opciones para activar o desactivar el HDR 10 bits o cambiar de resolución, tenemos algo llamado «Optimizador de vídeo» que viene activado por defecto.
Trae una serie de mejoras, pero si lo desactivamos, también desactivamos la estabilización digital. En mi opinión, Google debería dar la opción de desactivar únicamente la estabilización digital porque puede que sí quiera el superzoom en vídeo o las mejoras en color del Optimizador de vídeo.
Por otro lado, te dejo un ejemplo con el tele 5x, que también presenta ruido, pero que usaremos sobre todo para grabar tomas en parado y sin mucho movimiento. Se puede apreciar en este caso el buen funcionamiento de la estabilización:
Telefoto y superzoom. Dos mundos
Pero si la principal me gusta, el 5x me gusta aún más. Como el año pasado, recurre mucho al procesado (como el resto de cámaras en este terminal) y, al igual que la generación anterior, el paso del 1x al 5x óptico me parece abrupto. Tenemos un buen 2x digital, pero considero que un 3x óptico es la mejor focal porque es más larga que un 2x y muy polivalente para alcanzar, gracias a los megapíxeles, equivalencias a un 5x y un 10x sin sacrificar mucha calidad.
Pero, dicho esto, el 5x del Pixel 10 Pro me encanta por un motivo muy concreto: crea un desenfoque de fondo natural muy, muy bonito, incluso en elementos que tengamos a cierta distancia. La siguiente composición es un ejemplo, con una flor perfectamente enfocada a la vez que difumina tanto las hojas de delante como el fondo, un ¿ramillete? bien enfocado con cierta separación del fondo y la foto del gato en un interior mal iluminado que brilla gracias a ese procesado.
Telefoto 5x | Xataka
De noche, el 5x también se porta muy bien, como se puede ver con el reloj, manteniendo bien sombras, luces y permitiendo elementos bien definidos. Y, al igual que ocurre con el sensor principal y el gran angular, podemos tirar tanto en 12 Mpx como en resolución completa sin que haya unas diferencias enormes en el procesado.
De hecho, diría que hay menos diferencias en el procesado del telefoto que en el de la cámara principal.
Telefoto 5x. Izquierda, 12 Mpx. Derecha, resolución completa | Xataka
Disparando a resolución completa, además, podemos realizar ampliaciones. A continuación tenemos un recorte del 100% en una foto a 12 Mpx y el mismo recorte en la foto a 48 Mpx:
Recorte de 12 Mpx a la izquierda. Recorte de resolución completa a la derecha | Xataka
Hasta ahora, hablo de algo «tangible» como la distancia focal y hasta los megapíxeles. Pero, claro, para qué hacer una foto a 50 Mpx cuando tenemos un 10x híbrido (que tira de lentes y resolución) para crear un resultado que, cuando las condiciones acompañan, es extremadamente bueno.
En la siguiente composición empezamos a ver de qué es capaz este sensor de 48 Mpx junto al software de Google porque tenemos (de arriba a la izquierda a abajo a la derecha) una foto con el 5x óptico, una con el 10 híbrido, una con un 50x superzoom y otra con un 100x superzoom.
5x, 10x, 50x, 100x | Xataka
El problema es que ni la del 50x ni la del 100x «existen». Se las ha inventado la inteligencia artificial. Cuando sacamos fotos a 30x, 50x y 100x, y cualquier rango intermedio, el propio teléfono muestra una etiqueta una vez ha procesado la foto. «Lo que vas a ver se lo ha inventado la IA, puede que no sea real». En el caso del detalle extremo del campanario, realmente no sé si eso está así de abollado porque no tengo supervisión.
Foto: Xataka
Pero… ¿y en este reloj?
Izquierda, lo que ves en la app de cámara. Derecha, el resultado del 100x con IA | Xataka
Ahí sí sé que, bajo las manillas, pone ‘Valencia’, pero la IA se inventa las palabras, demostrando que es algo que, excepto excepciones, se le sigue atragantando. A la izquierda es lo que tú estás viendo cuando haces la foto con el 100x. A la derecha, lo que te muestra la galería una vez ha procesado la imagen.
A la derecha del todo tenemos la opción de superestabilizar para ayudarnos a tirar con el 100x | Foto: Xataka
Cuando analizábamos aquellos Huawei o los Samsung que llegaban al 100X, decíamos que a 30x las fotos eran «usables», pero había una falta de calidad importante. Ahora no es que las 30x sean usables, sino que son extremadamente buenas y las 100x, gracias a ese procesado de la IA, son perfectamente válidas pese a las alucinaciones.
Mira esta del perro:
Izquierda, lo que ves en la app de cámara. Derecha, el resultado del 100x con IA | Xataka
En la nariz ha patinado un poco, pero el resto de la composición lo ha clavado. Mira esta del LEGO:
Izquierda, lo que ves en la app de cámara. Derecha, el resultado del 100x con IA | Xataka
La figura no tiene esa mancha entre las cejas, pero la IA ha interpretado ese error debido al exceso de ruido y poca definición de la imagen anterior como un elemento que debía colocar… y lo ha hecho como le ha dado la gana. Pero, excepto eso que podríamos editar en la herramienta del borrador mágico, es una foto muy, muy buena.
El problema que tengo con el telefoto del Pixel 10 Pro es que su procesado se inventa cosas, sacando la foto que él quiere sacar, no la que realmente es. Tengo un ejemplo muy bueno para demostrarlo: este teclado.
Izquierda, 5x automático (usa el principal y su resolución en condiciones de poca luz). Derecha, 5x real | Xataka
Las dos están hechas usando el botón 5x de la app, pero son muy diferentes. Si sólo notas un cambio de tono, mira la ampliación:
Ampliación de la foto anterior. En la de la izquierda, las letras y las texturas están alteradas con IA. En la de la derecha aparece tal y como debe aparecer | Xataka
Aquí ya hay más cosillas. El «RePág» de la derecha es perfecto mientras que el de la izquierda, así como las letras superiores, parecen de IA. Y esa textura que tiene todo el teclado, en la parte superior de la de la izquierda no está. Si las dos están hechas con el 5x, ¿qué ha pasado?
Foto: Xataka
La respuesta es que Google te permite, en su app de cámara, pulsar en una opción que activa o desactiva la selección automática de objetivos. Si la desactivas, sólo tendrás el gran angular, el principal y el telefoto. Si la dejas activa como por defecto, tienes el gran angular, el principal, el 2x digital y el telefoto.
El problema es que, si el móvil considera que la luz es insuficiente y eliges sacar una foto 5x, en lugar de activar el teleobjetivo, saca una foto con el sensor principal y la encuadra automáticamente como si fuera el 5x. Me di cuenta al ver los metadatos y descubrir que la apertura de esa foto «inventada» era f/1.68 porque no se corresponde con la del telefoto, y haciendo más pruebas descubrí el patrón.
Lo bueno es que es una opción muy accesible para que la actives o no al momento.
Izquierda, modo retrato con 3x digital. Derecha, 5x | Xataka
Este telefoto, aparte de para el día a día, también me encanta para retratos. El Pixel tiene un modo retrato que está lejos de la competencia de precio debido a multitud de artefactos que añade en la imagen. Sobreprocesado y, además, de un 1x pasa a un 3x simulado, lo que añade más carga a ese procesado.
Con el 5x, el efecto de desenfoque es el más natural por la lente y da igual lo que ampliemos: no hay software que esté calculando mis bordes: la definición y los detalles son perfectos, además de no pintarme la cara de rosa.
Recorte de la anterior | Xataka
Algo más natural es el tono de la piel con la cámara frontal, pero el efecto de desenfoque por defecto sigue siendo muy bestia y los artefactos se mantienen:
Retrato con cámara frontal | Xataka
Ayuda, coach
Durante la presentación de los Pixel, Google dio mucha importancia a un nuevo modo que han bautizado como ‘Camera Coach’. Su premisa es sencilla: gracias a Gemini y su comprensión de la escena, el modelo de IA nos enseñará algunos principios fotográficos básicos.
Foto: Xataka
¿Esto qué significa? Que nos dará algunos consejos de composición, encuadre y elección de la mejor focal para sacar una fotografía dependiendo del escenario en el que estemos. En la app de cámara, tenemos una nueva opción arriba a la derecha, un icono de una cámara con la estrella de Gemini. Al pulsarla, el móvil empieza a analizar la escena a la que estamos apuntando y nos propone (bastante rápido) una serie de fotografías sugeridas.
Foto: Xataka
Pinchando en el encuadre que nos guste, empieza un tutorial que nos indica que debemos poner el móvil en horizontal o vertical, elegir un objetivo u otro, apuntar a cierto objeto que podemos destacar y seleccionar un modo. Es una idea interesante porque, mientras el Editor Mágico de anteriores generaciones nos animaba a lanzar una foto y luego ya editaremos lo que no nos guste, esta nos pone en la dirección de sacar la mejor foto sin luego tener que retocar.
Foto: Xataka
No es una opción para mí, pero considero que es un buen añadido para gente que quizá no tiene muy entrenado el ojo fotográfico y que, poco a poco, con este modo puede ir aprendiendo truquitos de composición y elección del mejor objetivo para cada escena.
Tampoco es una opción para una foto rápida, sino para situaciones como decorados, paisajes, arquitectura y ese tipo de fotos que no dependen de la velocidad a la que encuadremos y disparemos de forma manual.
Aparte de ‘Camera Coach’, tenemos muchas más «lecciones» para aprender a usar tanto la cámara como las funciones fotográficas del Pixel | Foto: Xataka
En definitiva, creo que suma y es algo que me gusta mucho (pero muchísimo más) que la opción ‘mágica’ que sólo crea recuerdos falsos.
Google Pixel 10 Pro, la opinión de Xataka
Cambiar de móvil cada generación es algo que, excepto en contadas excepciones, hace tiempo que dejó de tener sentido. Los cambios en potencia están ahí, pero el avance en cámaras hace tiempo que se ralentizó, las pantallas han llegado a un extremo en el que ya sólo pueden intentar aumentar marginalmente el brillo (o hacer experimentos como Samsung y su panel mate) y las cargas rápidas dejaron de ser motivo de orgullo hace alguna generación.
Foto: Xataka
El Pixel 10 Pro es, en esencia, un Pixel 9 Pro, y es complicado recomendar que un usuario con ese modelo cambie de terminal porque lo que va a encontrar es un dispositivo que se siente igual entre manos, que hace unas fotografías extremadamente similares, que rinde muy parecido y cuya pantalla es… la misma.
Curiosamente, también es la mayor virtud de este nuevo móvil porque la sensación en mano sigue siendo impecable, la pantalla se porta de maravilla, la fluidez del sistema gracias a lo dominado que Google tiene el Tensor es asombrosa y es una de esas marcas que, este año sí de verdad, nos va a ofrecer siete años de actualizaciones.
Foto: Xataka
La cámara es fiable, ofrece una gran versatilidad, me encanta el tamaño «compacto» que sigue manteniendo Google en esta gama y, si miramos cada apartado sin sacar la lupa, el Pixel 10 Pro brilla en casi cada uno de ellos. El problema siguen siendo unas tripas que no dan la talla por esos 1.000 euros que cuesta. Porque sí, ahora mismo el rendimiento es muy bueno, pero estamos ante un móvil que quiere estar más de un lustro en el bolsillo y no tengo claro que el Tensor G5 vaya a aguantar el ritmo.
Pero pese a la cuestión de la potencia y que Google se haya limitado a dejar que la IA se encargue de potenciar las capacidades fotográficas, es un móvil que da gusto usar en el día a día. Tiene una cámara extremadamente solvente en cualquier situación y es el Android que me compraría… siempre que no viniera de un Pixel 9 Pro.
9,0
9
9,25
8
9,5
9,75
8,25
A favor
Se siente premium en mano por delante y por detrás.
El gran estandarte de Android 16.
Cámaras perfectas para el día a día y un 100x que podemos usar.
En contra
El procesador, otra vez, no está a la altura del precio.
Autonomía justita como te guste jugar o grabar vídeo.
Novedades muy escasas y que llegan gracias a la IA.
Este dispositivo ha sido cedido para prueba por parte de Google. Puedes consultar cómo hacemos las reviews en Xataka y nuestra política de relaciones con empresas.
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La noticia
Google Pixel 10 Pro, análisis: la IA marca la diferencia en un móvil que pone el software por encima de la potencia bruta
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Alejandro Alcolea
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